Muchas posibilidades se abrieron ante nosotros tras el final de la tercera temporada de Fringe, pero si había una que sonaba con fuerza era la del "reinicio": si Peter nunca había existido, todas las relaciones de los personajes a la fuerza se redefinían, y con ellas las tramas asociadas.
Los guionistas, aparentemente sin devanarse mucho los sesos, tomaron este camino, supuestamente más sencillo, trayendo consigo cierto desánimo o decepción entre los fans que esperaban una pirueta que nos dejase una vez más con la boca abierta.
Ahora bien, reflexionemos un poco la situación a la que nos enfrentamos. Tenemos la misma serie de siempre, los personajes los conocemos, tenemos una idea, un bagaje de tres temporadas, han pasado cosas, universos múltiples, cambiaformas y demás. Y sin embargo, la serie es nueva al mismo tiempo. Todos los acontecimientos de los que fuimos testigos tenían a Peter como pieza fundamental y si ahora han sucedido de nuevo, a la fuerza no pueden ser iguales.
No olvidemos tampoco a los personajes, tanto Olivia como Altivia habían convertido a Peter en una parte de sus vidas a través de tormentosas idas y venidas amorosas. Y Walter, qué decir de Walter si su personaje no se entiende sin la relación con su hijo.
Por tanto tenemos lo mismo de siempre pero diferente, y este juego de las diferencias es lo que nos mantendrá entretenidos hasta que sepamos exactamente qué ha pasado con Peter y qué va a ser de él.
El capítulo empieza donde terminó la tercera temporada, con Peter desvaneciéndose ante ambos mundos. Parece que las divisiones Fringe de ambos universos se ven forzadas a colaborar, pero la desconfianza es mutua. El punto de encuentro es ese acceso de Liberty Island que abrió Peter pero que a ojos del resto del mundo (de los mundos) seguramente fuese provocado tras poner en marcha la Máquina del Fin del Mundo (nombre con gancho donde los haya).
Olivia y Altivia tienen sus diferencias. Poco sabremos por ahora de over there, pero está claro que Altivia viajó a nuestro mundo y vivió la vida de Olivia. No podemos decir que sea Zorrivia porque, que sepamos, esta vez no se acostó con el novio de Olivia.
Olivia por su parte vuelve a ser la agente fría, solitaria y distante que se abre paso en un mundo hostil, tal y como vimos en las primeras temporadas. Sin embargo, está deseosa de abrirse y pronto se sincerará con el agente Lee contando los acontecimientos trágicos de su pasado. Además es más atenta con Walter, casi como jugando ese papel del que se encargaba Peter.
Walter es ese científico genial y frágil al mismo tiempo, amante de las golosinas, pero que tras salir del manicomio se enclaustró en su laboratorio, desde donde ayuda a la división Fringe con la ayuda de la sacrificada Astrid, que tendrá que hacer más trabajo de campo. Sin Peter, la conexión de Walter con el mundo se pierde paulatinamente y nuestro científico favorito es un poco más huraño.
La novedad de esta temporada es la inclusión del agente Lee, al que conocemos del otro universo y cuyo alter ego de nuestro universo se nos presentó en un capítulo de la pasada temporada. Ahora es un agente del FBI que se verá involucrado en un "caso Fringe" a su pesar. Su pericia llamará la atención de Olivia, logrando así acceso a la división, con todo lo que ello implica. Ya que no podemos tener ni a Charlie ni a Peter, es agradable que Olivia tenga un compañero que todos conocemos... más o menos.
Soy un gafapasta y pongo cara de "nomeenterodeunamierda"
El caso es interesante pero queda relegado a un segundo plano por el continuo juego de comparaciones y explicaciones que los guionistas van dando a través de los diálogos, para que así comprendamos que esta versión de nuestro universo es como la que vimos en las tres temporadas anteriores pero diferente, igual que un cambio del color de la cabecera de la serie.
Volviendo al caso, se trata de cambiaformas, como los famosos shapeshifters que Walternate enviaba pero, una vez más, diferentes. Estos no son metálicos o sintéticos, sino que son biológicos: utilizan los recursos de cuerpos humanos para replicarse.
La reserva de malos de la serie. Demasiado trabajo para la división
Cuando la división comprende a qué amenaza se enfrenta, corre a decírselo a la división de over there. La jovial Altivia asegura que ellos no saben nada del tema, pero la desconfianza es el plato común de esta relación. ¿Otra treta de Walternate? Y si los shapeshifters no son de allí, ¿de dónde son? Tendremos que esperar al próximo episodio.
¿Rubia o pelirroja? Otro debate con posturas irreconciliables, ¿o no?
Bueno, hemos llegado hasta aquí y no hemos contestado a la pregunta con la que nos bombardearon en las promos durante el verano. ¿Dónde está Peter Bishop? La respuesta parecen tenerla los Observers. Ellos dicen que lo han borrado del tiempo pero no del todo, que toda presencia deja un rastro. Seguramente sea ese rastro el que vea Walter, reflejado en espejos y televisores. El pobre no reconoce lo que ve y se asusta, algo que no ayuda para nada a su salud mental. ¿Está Peter intentando decirle algo?
Peter Bishop en "Mujeres, hombres y multiversos"
Los Observer, por motivos que desconocemos, tienen la clara idea de borrar del todo a Peter, y el encargado es nuestro amigo September, que se agencia material electrónico de segunda y tercera mano para construir lo que vendría a ser un dispositivo portátil de borrado humano espacio-temporal. Pero una vez más, cuando se dispone a cumplir su tarea, se arrepiente y deja a Peter, donde quiera que esté, con vida. Tal vez la relación con Walter hace que se "humanice" o quién sabe, igual sus motivos son inescrutables.
Vaya cacharro, la próxima vez me pillo el iPhone 5
Arranque lento el de esta temporada, que ha podido desconcertar a más de uno. No creo que se tiren con el rollo de Peter hasta el final, pero dará juego por lo menos hasta el primer tercio de la misma. Lo que no podemos olvidar es que aunque todo haya cambiado, sigue siendo muy parecido. Por consiguiente asumo que Walternate es un cabronazo resentido, aunque sus motivos pudieran haber cambiado, y que por tanto no descartaría que estuviese detrás de esta nueva generación de cambiaformas. Otras alternativas me hacen menos ilusión, como la de añadir más universos (yuju, fiesta y descontrol).
Mientras tanto disfrutemos de este arranque y de las posibilidades que se abren de la colaboración (forzada) entre universos, y las consecuencias que eso puede conllevar.
