sábado, 21 de mayo de 2011

Fringe - 3x22 - The Day We Died


Lo peor que le puede pasar a una serie no es que sea buena o mala, guste más o menos, sino que provoque indiferencia, que el discurrir de los capítulos no provoque ninguna reacción en el espectador. Afortunadamente esto con Fringe no pasa y encima a esto añadimos la polémica que a buen seguro causará el final de esta tercera temporada que sin duda no ha dejado a nadie indiferente.

La semana pasada planteábamos muchas preguntas y la verdad es que el capítulo las ha respondido: hemos visto un futuro donde el universo over there fue finalmente el que perdió, pero eso no trajo la tranquilidad a  nuestro universo que sigue amenazado por una destrucción inminente. También hemos conocido el origen de la First People y hemos descubierto quién construyó la Máquina del Fin del Mundo. Muchas respuestas y pocas preguntas pendientes, aunque la manera de explicarlas ha sido diferente, especial, propia de esta serie que nos tiene enganchados de mala manera.

Pronto descubrimos que Peter ha viajado al futuro, al 2026, un futuro sombrío y desesperanzador. Al principio la conciencia de Peter se mueve entre dos épocas, pero pronto recupera sus recuerdos futuros. Peter trabaja en la División Fringe, al mando de la telequinética Olivia con la que está casada. Otras novedades son el pelo planchado de Astrid y Ella, la sobrina de Olivia, como una agente más.

La cabecera adopta un tono gris, y las palabras que aparecen nos ponen en situación: rejuvenecimiento celular, criptozoología, transplante clonal, biosuspensión, agua o esperanza. Las dos últimas indican que la cosa está muy malita.

El caso de la semana es el de un terrorista llamado Moureau que está tratando de debilitar todavía más el tejido de nuestro universo, acelerando lo que parece un inevitable fin del mundo. Porque nuestro mundo está en las últimas. La victoria frente a over there fue pírrica, provocando numerosos vórtices que costaron innumerables vidas y simplemente dándonos un tiempo adicional frente a lo inevitable. Walter fue acusado con razón de ser el culpable de todo esto y fue encarcelado. Sin embargo, este caso obligará a la división Fringe a pedir de nuevo la ayuda del científico más brillante. Será Peter en el que tenga que solicitárselo al senador Broyles, que luce un curioso ojo de cristal (¿o tal vez es algo más?).

Qué mal rollo da ese ojo

Tal vez no sea Walter el científico más brillante, pues Walternate también pulula por ahí. ¿Cómo es posible? En 2011, Walternate vino a nuestro universo a intentar salvar ambos. Al encender la Máquina del Fin del Mundo en ambos lados, esto provocó la destrucción de over there y Walternate se quedó aquí atrapado, rumiando un rencor que le llevará a planificar su venganza definitiva contra su propio hijo, Peter, al que acusa de ser el causante de toda su desgracia. Él es el que se encuentra detrás de la tecnología de los atentados, dispuesto a arrebatar a Peter lo que más quiere: Olivia.

Walternate, ¡cabronazo!

Tras el emotivo funeral vikingo (¿?) Walter descubre la solución que llevará a salvar el mundo: los viajes en el tiempo. ¿Qué fácil verdad? Sólo hay que ir atrás en el tiempo y tomar las decisiones correctas para salvar ambos mundos. Walter comprende que fue él, en otro tiempo, tal vez en otra línea temporal, el que las manda al pasado, millones de años atrás y las entierra para que se descubran en el futuro y se construya la máquina, que como tal es capaz de viajar entre mundos y a través del tiempo.

Walter tiene todas las respuestas

Como producto de una paradoja, el envío de la máquina es inevitable porque ya ha pasado (en esa realidad ya la han encontrado), pero no lo es viajar a un punto temporal intermedio y tomar esa decisión clave que lo cambie todo. Para ello es necesario que la conciencia de Peter viaje a ese futuro (el 2026) y sea consciente de todo lo que ha pasado para que lo pueda evitar cuando vuelva al pasado. En ese momento, Walter y nosotros caemos en la cuenta de que eso mismo ya está pasando: la conciencia de Peter está en ese mismo momento conectada entre 2011 y 2026, observando todo lo que ha pasado y pasará por culpa de esa guerra entre universos de 2011.

Peter le hace ver las consecuencias que tendrá todo eso pero Walter hace mucho que las asumió, como bien le hizo ver en su día el Observer. No se lo dice a Peter, pero lo sabe perfectamente, después de todo "no puede ser peor que esto".
Volvemos a 2011, apenas ha pasado un minuto y Peter baja de la máquina trayendo a nuestro mundo al equipo Fringe over there para promover el entendimiento. El discurso de Peter es el mejor resumen que se puede hacer:


Ahora lo entiendo. Entiendo qué hace la máquina. Sé de lo que es capaz, y sé de dónde vino. La First People, sí, Walter; pero la First People somos nosotros. Tú, específicamente, y quizás Ella, y Astrid… No sé. No sé quién llevó la máquina hacia atrás en el tiempo. Pero sé algo más. He visto el Día del Juicio Final, y es peor que cualquier cosa que podáis imaginar. Esto no es una guerra que pueda ser ganada. Nuestros dos mundos son inextricables. Si un lado muere, morimos todos. Así que he creado agujeros en los dos universos, y llevan aquí, a esta sala. Un puente para que podamos empezar a trabajar juntos para arreglar…

En este momento Peter se desvanece pero nadie se sorprende. Los Observer que están fuera nos dan la respuesta: no se sorprenden porque nunca existió. Cumple su propósito y deja de existir. He aquí el sacrificio de Walter, seguramente el más duro de todos.

Un puente entre mundos

Ahora llega el turno de preguntas. Este final nos deja muy desubicados. Los viajes en el tiempo complican esto hasta el punto de empezar a elucubrar sobre líneas temporales. Por ejemplo, si Peter, convertido en una herramienta de los Observer, desaparece, ¿es porque el Observer deja de salvarle la vida en el lago esta vez? Es posible. ¿Y por qué los universos siguen en guerra si Peter no existe? Seguramente Walter logró cruzar por cualquier otro motivo (¿es el accidente ese que menciona al final?).

Cuando terminó la primera temporada vimos que existía otro universo y que se preparaba una guerra. Cuando acabó la segunda, vimos que había habido un intercambio de Olivia y que habría que ver cómo se desarrollaría el engaño y cómo volvería Olivia a casa. Pero ahora, tras la tercera temporada, no podemos saber cómo se desarrollará la serie porque en realidad ha sufrido un profundo reboot. Al cambiar los acontecimientos también lo ha hecho la línea temporal desde ese momento: seguramente no exista Henry, el hijo de Altivia; puede que Charlie esté vivo o también William Bell. Se pueden recuperar personajes desaparecidos o introducir nuevos como si fuesen "de toda la vida".

Personalmente esto no termina de convencerme, tal vez provocado por ese desamparo de desconocer absolutamente qué rumbo tomará ahora la serie, porque tienen la licencia de hacerla completamente nueva. ¿Servirá eso para que viva más allá de una cuarta temporada? Digamos que esto puede ser una excusa para decir que todo lo que pasó antes se queda en una anécdota. Espero que eso no resulte en una falta de respeto hacia los espectadores que hemos seguido la serie desde el principio.

¿Y el personaje de Peter? ¿En qué lugar queda ahora? Se nos ha dicho que volveremos a verlo, ¿pero cómo y cuándo? Porque ahora con varias líneas temporales podemos esperarnos cualquier cosa. Eso es lo malo de los viajes en el tiempo, que pueden servir como comodín para explicar lo que sea y encima lo pueden liar en exceso.

Si tengo que hacer balance de la temporada, la calificaré de muy buena. Ha mantenido un nivel alto con menos irregularidad que las anteriores, a costa de centrarse en la guerra de universos y abandonar los episodios autoconclusivos. Y cuando se han metido en jardines, como el de Bellivia, han salido airosos con episodios geniales como LSD. Además ha conseguido una vez más un final de temporada sorprendente e inesperado.

De cara a la cuarta temporada, que puede ser la última de la serie, poco puedo intentar adivinar. La clave siempre ha sido el trío Walter-Olivia-Peter que funcionaba como un reloj suizo. Veremos ahora cómo se desenvuelve todo en principio sin Peter (y los amoríos con las Olivias), con un Walternate malmetiendo (porque es el malo malísimo) y con un Walter menos atormentado sabiendo que por fin ha tomado la decisión correcta. Por favor, que el ritmo no decaiga. Larga vida a Fringe.

¿Quiénes son los Observer?

lunes, 2 de mayo de 2011

Fringe - 3x21 - The Last Sam Weiss


Ahhh, el aroma del final de temporada; esa sensación de final de curso, donde cuentas los minutos y los segundos, donde te despides de los compañeros que no verás hasta después del verano... y si encima le añadimos la emoción de dejar colgada una trama en un punto de suspense y duda increíble, entonces, ¿por qué nos desespera tanto? Seguramente porque después de esa bajada frenética propia de la montaña rusa, el vagón se para y no nos dejan montar precisamente hasta después del verano.

Con esa mezcla ridícula de sensaciones afrontaba este penúltimo episodio de la tercera temporada de Fringe y el caso es que el viaje en la montaña rusa no terminaba de convencerme hasta que ha llegado el final. ¡Y qué final! Más propio de un último capítulo de temporada que de un penúltimo. Entonces, si esto es lo que ofrecen ahora, ¿qué han dejado para el siguiente? Bueno, pero no adelantemos acontecimientos y vayamos paso por paso.

El capítulo se titulaba "The last Sam Weiss", lo que nos hacía suponer que el enigmático dueño de la bolera iba a ser el protagonista. De él hemos pensado de todo, que si tiene un gran conocimiento, que si es de los "First People", que si es del otro lado, etcétera. Y al final personalmente me he quedado un poco desencantado con el enfoque Benjamin Linus que le han dado al personaje: parece tener información importante, y saber más que los protagonistas y que el público, es ambiguo, pero al final parece verse superado por los acontecimientos, reducido a mero peón, aunque siempre con esa sensación de que no ha dicho su última palabra.
¿Y por qué digo esto? Bueno, pues porque Sam es el último de una familia de tipos "normales" que encontraron el manuscrito y se liaron a descifrarlo. El problema para Sam es que lo que pasa ahora con la máquina activada no venía escrito y claro, el tipo anda algo perdido. ¿La solución? Buscar una palanca, forzar la máquina y permitir que Peter entre y la apague. Facilísimo, ¿verdad? Esto implicará unas tareas de exhumación de cadáveres y allanamiento de museos en las que contará con la ayuda de Olivia. De aquí me quedo con la frase en la que dice que la máquina puede o no funcionar como la Máquina del Fin del Mundo: dualidad, tanto sirve para crear como para destruir.

No me pidas respuestas: trabajo en una bolera

Tras una labor de "arqueología", la "palanca" resulta ser la propia Olivia. Toc, toc... un momento, llaman a la puerta... son los guionistas de "Alias" que dicen que esto ya está visto, que prueben cosas nuevas. El caso es que Olivia tiene que utilizar sus habilidades telequinéticas para abrir un hueco en el campo de protección de la máquina y permitir que Peter entre. Olivia practicó el tema en la primera temporada con las bombillitas y eso, pero esto es otro nivel. La chica practica con la máquina de escribir interdimensional pero, al igual que pasó en su día, sólo con la presencia de Peter lo logra. ¿Y qué escribe en la máquina? "Sé mejor hombre que tu padre", justo lo que decía en griego cuando al principio de la segunda temporada volvió del otro lado.

Esto está más claro que en las instrucciones del IKEA

Por otro lado, el Walter derrotado del capítulo anterior obtiene la determinación para seguir trabajando y buscar una solución al fin del mundo, que en este capítulo se nos presenta como tormentas eléctricas indiscriminadas. Con la inestimable colaboración de Astrid (minusvaloradísimo personaje secundario) logra llegar a la conclusión de que para reducir los fenómenos hay que situar la máquina en el mismo lugar en el que se encuentra su homóloga: Liberty Island. Entre medias tiene un emotivo diálogo con la desesperada Olivia donde le dice que tiene una fe absoluta en ella y que está convencido de que ella logrará estar a la altura (no como él, que cree que ha fallado ya demasiadas veces). Al menos este ajetreo le hace olvidarse de Peter.

Todo esto es ridículo, ¿verdad?

¿Peter? Lo suyo sí que tiene tela. Lo dejábamos en una especie de coma en un hospital. El tipo se despierta de manera extrañísima y nos recuerda al inicio de "The Walking Dead". ¿Un sueño? ¿Ha despertado realmente en nuestro mundo? La realidad de repente nos atiza a todos: el hospital está desbordado por las numerosas tormentas. Peter aprovecha el desconcierto para largarse y tomar un taxi a Nueva York. Allí recala en una tienda de empeños donde compra un dólar de plata. ¿Por qué? ¿Para qué? El caso es que parece como si la conciencia de Peter fuese la del Peter over there que nunca hubiese sido raptado. Cuando me temía un caso de "amnesia de serie de televisión" aparecen Walter y Olivia y Peter vuelve poco a poco a recobrar su personalidad y su memoria, y con ello las ganas de meterse en la máquina.

Con la parra a cuestas

En este momento del episodio tenemos el lío ya algo menos liado: Peter con memoria, Olivia ya puede controlar la telequinesis, Sam Weiss preocupado porque no tenía esto previsto para nada, y Walter metiendo prisa porque el mundo se acaba. Olivia "desactiva" las defensas y se despide de Peter con un beso y una declaración de amor, Peter entra en la máquina y lo que pasa después es como poco, complicado de explicar.

Vemos a un Peter algo más viejo, en una ciudad que pronto descubrimos que es Nueva York, en medio de lo que parece una guerra o al menos un tiroteo. Una placa conmemorativa nos sitúa en el año: indeterminado pero posterior a 2021, y también al parecer, en el universo: las Torres Gemelas no están y en su lugar se alza la Freedom Tower. Un soldado aparta al confuso Peter de una explosión y éste distingue un logo familiar en su uniforme: el de la División Fringe, calcado al de over there.
Suponemos entonces que Peter o su conciencia ha viajado en el tiempo en nuestro universo aunque hay un detalle de un mapa de transporte en el fondo. Ahí aparece una figura que no se corresponde con la de Manhattan. ¿Gazapo o hay algo más? ¿Consecuencia de la guerra entre universos? ¿Un tercer universo? Y otro detalle, igual insignificante, pero cuando Peter se fija en el logo de la División Fringe, se le adivina un anillo en la mano izquierda. Al menos me daría para pensar un poquito tratándose de una serie como esta, que suele prestar atención en los detalles.

El mapa del fondo no es de Manhattan, ¿gazapo? (clic para ampliar)

Sólo este final y las vueltas que le podamos dar a esta última escena valdrían para acabar la temporada, pero es que queda todavía un capítulo. ¿Qué veremos? ¿El futuro? ¿Over there? ¿Había previsto Sam Weiss esto? ¿Es acaso un tercer universo de los, posiblemente, infinitos que pueda haber? Me encanta que haya preguntas, pero me gusta más que les den respuesta. Esperemos que las respuestas para algunas de ellas sólo nos lleven una semana, y que no hagan "un Perdidos" de todo esto. El título "The Day We Died" es demasiado sugerente como para no darle vueltas. Seremos pacientes, aunque la tensión y la espera será difícil de sobrellevar.