La sexta temporada de Lost nos hacía albergar muchas expectativas hacia su final. La primera parte, con la línea paralela y el desarrollo de los acontecimientos en la Isla, había provocado las iras de algunos fans desencantados que acusaban a la serie de no dar respuestas y de haber perdido su magia. Pues bien, este "Ab Aeterno" nos da buenas dosis de lo uno y de lo otro, eso sí, al más puro estilo Lost.
El protagonista esta vez es Richard Alpert, personaje del que poco a poco hemos ido desentrañando sus misterios y este capítulo ha dejado su situación inusualmente clara para lo que suele ser esta serie.
El capítulo da para debatir largo y tendido, así que sin más dilación nos ponemos al tema. Preparaos para leer porque va a ser largo.
El capítulo arranca con uno ojo de una cara vendada. Es la de Ilana, convaleciente en un hospital ruso. Jacob le visita y le pide su ayuda para proteger a los seis candidatos restantes. Más adelante repasan el plan de acción, con Ricardus como el hombre de confianza que sabrá lo que hay que hacer.
La acción salta al presente de la Isla, donde el grupo del Ajira tiene una interesante charla sobre los candidatos y los planes a realizar. Tal y como indicó Jacob, es Richard el que tiene la próxima palabra. El problema es que Alpert está desengañado, asqueado de Jacob, al que acusa de ser un mentiroso y les dice que todos están muertos porque están en el infierno. Dicho esto se larga a la búsqueda de FLocke para cambiar de bando. Jack cuando se entera lo flipa, ya que creía a Locke muerto y luego descubre a Hurley hablando con algún fantasma y le pide que les ayude a recuperar a Richard.
Fijaos en el Teide al fondo
En un flashback "clásico" viajamos a Tenerife, 1867. Richard Ricardo cuida de su enferma esposa Isabella. Su única esperanza es que el doctor le ayuda así que sale raudo en su corcel a buscarlo en una noche tormentosa. El doctor no se mueve exactamente por compasión y Ricardo no tiene mucho dinero que ofrecerle, así que hay un pequeño forcejeo por la medicina y el doctor se golpea con una mesa y muere.
Ricardo corre a llevar la medicina a Isabella pero cuando llega ya está muerta. Por si fuera poco es apresado y condenado a muerte. Su última esperanza llega a través de un cura más preocupado de los asuntos terrenales, que lo vende como esclavo a un oficial llamado Jonas Whitfield (propiedad de un tal Magnus Hanso, ¿os suena?). En su viaje forzado al Nuevo Mundo en la Roca Negra terminan naufragando en nuestra Isla favorita y de paso cargándose a la estatua de cuatro dedos.
Sí, vale, un barco cargado de dinamita chocando contra una estatua tendría que haber volado por los aires, ¿y?
El naufragio ha dejado pocos supervivientes pero entre Whitfield y el Humo Negro se encargan de que sólo Ricardo quede vivo, encadenado en las bodegas del barco. En su intento por liberarse recibe una nueva visita del Humo Negro, personificado en Isabella, que le hace creer que está en el infierno y que el Diablo va a matarlos. Ella se va y le hace creer que el Humo la ha matado.
Más adelante recibe de nuevo la visita del Humo Negro, esta vez como el Hombre de Negro, que le libera y le dice que el Diablo tiene a Isabella. Más adelante le ofrece comida, le hace creer que está muerto y que está en el infierno, y le dice que tiene que ir a los restos de la estatua a matar al Diablo con la daga (sí, la que le dio Dogen a Sayid). Richard le pregunta cómo narices va a matar al Humo Negro pero el Hombre de Negro le confiesa que él es el Humo Negro.
Vas a matar a Jacob, ¡uiiiiii!
Cuando Ricardo llega a los pies de la recientemente destruida estatua, Jacob le para los pies a lo bruto y le pregunta cuáles eran sus intenciones, yendo con una daga por la vida. Ricardo le confiesa el plan del Hombre de Negro y de regalo Jacob le convence a las bravas de que no está muerto y de que él no es el Diablo.
Mosqueo más propio del marido de Rita que de Jacob
En una productiva charla, Jacob le confiesa que él hizo traer al Black Rock a la Isla explica una metáfora sobre ella (LA metáfora) con una botella de vino: el vino es el mal, contenido en la botella para evitar que se extienda y el tapón, el corcho, representa a la Isla, que mantiene al mal donde le corresponde. Jacob pretende que la gente aprenda a diferenciar entre el bien y el mal por sí mismos y por eso los trae a la Isla; mientras que el Hombre de Negro trata de demostrar que la naturaleza humana es mala y que toda persona se puede corromper. Como a Jacob no le gusta mancharse las manos, le ofrece el puesto de "representante" a Ricardo y éste a cambio le pide que le devuelva a su esposa o que le absuelva de sus pecados. Dado que Jacob no puede hacer ninguna de las dos cosas, le ofrece la vida eterna.
Ya conoces la historia de la botella, los besos y tal. Y sólo estamos los dos
Ricardo vuelve a ver al Hombre de Negro que acepta con resignación el fracaso de su plan. Jacob se recochinea dándole una piedra a través de Ricardo y el Hombre de Negro le dice que su oferta seguirá en pie y le devuelve el colgante de la cruz de su esposa. Ricardo lo entierra y se despide de ella.
En el presente, Richard vuelve y desentierra la cruz esperando al Hombre de Negro. En su lugar el que aparece es Hurley, que dice que habla en nombre de Isabella. En una emotiva escena al más puro estilo "Ghost", Isabella le confiesa que no tiene que culparse de su muerte, que ya ha sufrido suficiente.
Unchained Melody
Richard le dice que la echa de menos y que haría lo que fuese para estar con ella. Él cierra los ojos y se besan hasta que ella desaparece. Richard se pone el colgante: Hurley lo ha recuperado para la causa de Jacob y le dice que hay que evitar que el Hombre de Negro salga de la Isla o todos irán al Infierno. En la distancia, el Hombre de Negro-FLocke observa la escena y pone la cara de malo definitiva.
El Malo. Acojona, ¿eh?
El capítulo termina con una escena muy similar al inicio de "The Incident". Jacob y su némesis charlan de manera pausada. El Hombre de Negro le pide que le deje marchar de la Isla pero Jacob le dice que mientras él esté vivo eso no pasará. "Pues por eso quiero matarte" viene a decirle el otro, pero Jacob le dice que entonces vendrá un sustituto. "Entonces lo mataré a él también", responde raudo.
Jacob le da la metafórica botella y le dice que luego le verá. "Antes de lo que crees" musita el Hombre de Negro y rompe la botella.
La isla de los borrachos
Sin duda estamos ante un gran capítulo que vuelve a la esencia de la serie. Tenemos las dosis justas de acción y emoción, simbolismo, y respuestas, grandes respuestas que conducen a nuevas preguntas. ¿Capítulo mítico? Buff, considero que es pasarse, pero creo que sin duda es el mejor de lo que va de temporada. Recupera la línea de capítulos como Flashes before your eyes o The Constant en el sentido de que la estructura y la centralidad difiere del resto de episodios de la temporada, se convierte en una especie de verso libre dentro de la misma. Si en esos dos capítulos era el escocés errante el que desvariaba a través del tiempo y del espacio, ahora es el tinerfeño-cubano el que se debate entre los dos poderes de la Isla y al mismo tiempo vive un amor trágico.
Dejando a un lado la historia de Alpert, interesante y emotiva (algo pastelosa, más propia de un culebrón venezolano que otra cosa) pero que aporta poco ya al conflicto de la Isla, parece claro el reparto de papeles en la función por si nos quedaba alguna duda: FLocke es el malo. Es manipulador, utiliza sus personificaciones para engañar, todo en su propio beneficio, y por supuesto no duda en matar llegado el caso. Nos queda por saber por qué no puede matar él directamente a Jacob y cómo ha llegado a convertirse en Humo Negro, ya que cómo él asegura, Jacob le ha quitado su humanidad.
Otro detalle importante es el tratamiento de Richard como hombre religioso, ya que la utilizan para jugar al despiste con el rollo del infierno y el Diablo y al fina de un plumazo se cargan la interpretación estrictamente más religiosa del simbolismo de la serie cuando Jacob le dice que él no es el Diablo. Eso no quiere decir que la serie carezca de misticismo, pero que al menos no lo tiene desde un punto de vista más "clásico" y estricto. No se descarta que tanto Jacob como el Hombre de Jacob sean deidades mitológicas de algún tipo, pero más bien parece que se tratan de personificaciones alegóricas (y genéricas) del Bien y el Mal, no asociables a una creencia concreta (espero).
Y dejamos para el final la metáfora. La gran respuesta del capítulo: la Isla es un corcho. Alguno se sentirá decepcionado, pero esto es Lost, no se dan respuestas fáciles. La Isla es el tapón que impide que el Mal (asumimos que es el Hombre de Negro) se extienda por el mundo. ¿Es un Mal genérico o alegórico o es una verdadera amenaza (léase pandemia, guerra, fin de la humanidad, cualquier locura que se os ocurra)? ¿Cómo se consiguió que el Mal se confinase en la Isla? Ya que el propio Hombre de Negro confesó en el capítulo anterior que fue humano, ¿cómo pasó a ser el Mal? Eso sí, de este tipo cada vez me creo menos cosas.
El tema de los candidatos también está relacionado con esto. ¿Acaso Jacob es un mero carcelero? Bueno, un carcelero con poderes, ya que puede conceder la vida eterna. Aunque algo me dice que los candidatos son inmortales como mínimo dentro de la Isla, así que tal vez esos poderes no son tan espectaculares. Porque el otro se transforma en Humo, pero Jacob, ¿qué hace?
También el jueguito de la piedra ha dejado claro que la cueva no era de Jacob, ya que la piedra blanca se encontraba allí (¿qué significará todo ese jueguito?). Otra mentira del Hombre de Negro. ¿Será un político?
¿Por qué Jacob se defiende de Richard pero no en 2007 de Ben? Se ve claramente que Jacob no es manco pero a veces su pasividad resulta irritante. Seguramente Jacob ya había elegido un candidato o el grupo de candidatos estaba listo para afrontar su destino. Su trabajo principal había terminado y se podía ir. Ya se sabe: They're coming. Aunque siempre se hubiera agradecido un poco más de implicación por su parte, pero ya se ve que lo de Jacob es llevar una política de no intervención. Seguramente por eso se le mueran tantos candidatos. Una profesión de riesgo, sin duda.
Relacionando un poco todo con la sexta temporada y su elemento diferenciador, la línea temporal paralela, ¿qué ocurre en esa línea con la Isla hundida? ¿Está libre el Hombre de Negro? ¿El Mal se ha esparcido por el mundo? Parece difícil de creer viendo la vida relativamente feliz de nuestros losties. ¿Acaso en esa realidad ha sido vencido el Mal?
Con este capítulo se agota la primera mitad de la temporada final. Ahora ya todo tiene que ser un torrente de acontecimientos, respuestas y más preguntas hasta el desenlace final. The Shape of Things to Come parece claro, nos gustará más o menos pero resultaba obvio que la serie no puede vivir en la indefinición permanente.
La semana que viene tenemos un capítulo titulado The Package, que no hace referencia al paquete (o paquetes) que pueblan el banquillo de algún equipo de fútbol y no paran de dar palmas o lesionarse, sino que tendrá que ver con los coreanos. ¿Se reunirán por fin Jin y Sun? Naa, demasiado fácil. No me extrañaría que FLocke trate de manipularlos aprovechando que ahora cada uno está en un bando (más por accidente que por otra cosa). Ya veremos.
Namaste.
PS. Sí, a todos nos ha chirriado bastante escuchar a un Ricardo del mismito Tenerife hablando asento cubano mi amol. El cura era mexicano y el médico parecía más español que el resto (aunque no lo sea el actor). Pero bueno, me consta que cuando Jin habla en coreano no se entiende una mierda y dudo del ruso de Jacob, así que no seamos tan tiquismiquis mientras entre sí hablen un inglés medianamente correcto, ya sea en el siglo XIX, el XX o el XXI.