lunes, 14 de febrero de 2011

Motivos para ver Fringe


Entrada libre de spoilers mayores. No obstante, algún spoiler indirecto no excesivamente sensible sí puede haberse escapado.

Hace ya casi dos años, cuando empezaba a escribir desvaríos sobre Lost, planteé un grupo de series para ver en verano, cuando las series grandes paran y nosotros necesitamos seguir consumiendo nuestra droga serializada en formato avi o por streaming. Por aquel entonces había empezado a ver sin mucho convencimiento Fringe, dejando caer capítulos de una serie entretenida, bien hecha, con medios pero sin alma... o eso pensaba yo hasta que progresivamente una trama germinaba hacia el final de la primera temporada y desembocaba en un memorable cliffhanger. La secta Fringe había captado un nuevo miembro.
Desde entonces empecé a predicar en el desierto sobre las bondades de la serie, un duro trabajo que poco a poco ha ido dando sus frutos a medida que la segunda temporada daba otra vuelta de tuerca y elevaba más si cabe el nivel. Por fin ahora, mediada la tercera temporada, he enganchado a un grupo de enfermos seriófilos suficientemente grande y por tanto hay campo de cultivo para escribir de Fringe por aquí.

Si tú, lector desorientado, todavía no ves Fringe, te voy a dar una serie de motivos para hacerlo:

1. Su trío protagonista. La rubia, gélida y distante Olivia Dunham es interpretada por Anna Torv, de la que todavía muchos no nos ponemos de acuerdo sobre qué tinte de pelo le sienta mejor. Los que padecieron al Pacey de Dawson's Creek en la adolescencia, tendrán motivos para alarmarse, pero aquí encontrarán a Peter Bishop, un personaje único, con carisma y encanto, sin duda una pieza clave. No podemos olvidar a la estrella de la serie, el gran John Noble. Los más frikis le recordarán por hacer de locuelo Denethor en "El señor de los anillos". En Fringe, interpreta a Walter Bishop, el igualmente locuelo, frágil, imprevisible pero siempre brillante, científico que está dispuesto a ir más allá (y volver) para conseguir sus objetivos.

2. Los secundarios. No puedo obviar a ese recurrente conjunto de actores que hacen a la serie aún más grande. La enigmática Nina Sharp (Blair Brown), la sufridora Astrid (Jasika Nicole) o el diligente jefe Broyles (Lance Reddick, que no sale en una serie mala). Y no quiero olvidar del gran Charlie y su voz rota.

3. Los actores invitados. Por si todo el elenco ya mencionado fuese poco, de vez en cuando aparecen colaboraciones de actores míticos, como Peter Weller, Diane Kruger, Christopher Lloyd y algún otro que ha ido a donde ningún otro ha llegado antes.

4. La atención al detalle. A todos los que visitaban las páginas de Lost buscando teorías, o explicaciones a esa manchita que salía un fotograma de una versión extendida de la versión camboyana del DVD de la cuarta temporada, les encantará Fringe. Tenemos su magnífica cabecera (personalizable en cada caso), los glifos, los recurrentes observer, las metarreferencias, los posters promocionales con mensajes ocultos, etcétera. Aquí no pongo enlaces para no spoilear. Si alguien quiere información sobre esto, que lo pida en los comentarios.

5. J. J. Abrams. Nuestro gafapasta favorito (quizá el único gafapasta que merezca nuestro afecto) ha parido joyas televisivas, como Alias o Lost (también es responsable de, ejem, Felicity), así a priori es garantía de calidad. No nos engañemos, el tipo es productor, pone la idea y el nombre, supervisa y poco más. Para mí es suficiente, pues a las pruebas me remito.

6. Por su cancelación. ¿Qué mejor que ser partícipe de un fenómeno televisivo que puede estar viviendo sus últimos capítulos? Si eres de los que madrugaron para ver el final de Lost, seguro que te encanta este plan. Fringe no pasa de ser una serie minoritaria pero con múltiples posibilidades. Como parece que las audiencias estadounidenses no responden, puede que la magnífica tercera temporada sea la última. Se puede ser pesimista y pensar en lo mucho que nos podemos perder, o relativamente optimista, y quedarse con que la serie se despediría en su punto más alto.

Podría hablar de detalles sin importancia, como su trama de ciencia-ficción, los arranques espectaculares, una historia profunda y multidimensional, pero eso se da por supuesto, porque todo lo anterior son sólo los ingredientes de un gran producto, cautivador como pocos y muy bien cocinado. ¿Qué menos que probarlo?

Intentaré empezar a comentar capítulos a partir de la semana que viene, que se corresponderá con el capítulo 14 de la tercera temporada.

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