martes, 9 de noviembre de 2010

Dexter - 5x07 - Circle Us

Una de las grandes ventajas que tienen las series es que en un capítulo se le puede dar la vuelta a la trama y con ello al devenir de toda la temporada. O dicho de otro modo, que casi me obliga a comerme las palabras de la semana pasada. Tampoco dije que la temporada fuese mala, simplemente que era diferente y demasiado parecida a las anteriores. Sin embargo, un desencadenante fortuito, un simple accidente de tráfico ha conectado las tramas y revolucionado más si cabe la vida de Dexter Morgan.

Habíamos dejado a Dexter como brazo ejecutor de la venganza de Lumen. La suya es una extraña relación simbiótica, cada uno saca algo beneficioso, ya sea ajustar cuentas con su pasado o saciar los instintos de su Oscuro Pasajero. Digamos que se trata de una relación estríctamente "laboral" aunque hay detalles que no podemos pasar por alto. Lumen está viviendo en casa de Rita, y no sería descabellado que ocupase el lugar de la rubia, tanto en el corazón de Dexter como por su trágico final. También comparte ciertas tendencias asesinas con Dexter, y a nuestro protagonista eso le atrae por un lado pero también le incomoda por el otro, principalmente porque no sabe cómo reaccionar (genial esa referencia al baile de graduación). Y finalmente Lumen quiere participar, quiere ver cómo mueren aquellos que la hirieron y en última instancia, incluso podría llegar a matarlos. A Dexter no le gusta: él es un cazador solitario, pero pronto comprenderá que a veces hay que transigir y aceptar a los otros tal y como son.

Dexter y Lumen tienen un problema: desconocen quiénes son sus objetivos, pero el destino pronto se pondrá de su parte. Un tipo trajeado llega con un puñado de currelas al pantano donde Boyd dejaba los barriles con las chicas, los carga en la camioneta y se los lleva. La muerte de Dan a manos de Dexter ha activado las alarmas de los "malos", y lo mejor es borrar el rastro. Con lo que no cuentan es que un conductor borracho provoque un accidente y revele el horror a la sociedad y a la policía de Miami.

El horror al descubierto

De repente los acontecimientos se precipitan: la policía se pone a trabajar, pero Lumen no quiere que sean ellos y el sistema judicial (con pena de muerte, como bien recuerda el blood guy) los que le hagan el trabajo, así que Dexter tendrá que apañárselas. La investigación saca a la luz un nombre: Jordan Chase, y un sospechoso, su jefe de seguridad, Cole. El primero es el tipo de los discos de autoayuda que tan ávidamente escuchaba Boyd, y el segundo es reconocido por Lumen como uno de "esos tipos". Ale, Dexter tiene que fabricarse las pruebas para poder adelantarse a sus compañeros, y para ello le traslada el marrón a Boyd, que al estar muerto no tendrá motivo de queja. Caso resuelto, ¿no? Pues no, porque Chase, que parecía un buen tipo, se descubre como trigo poco limpio, ya que felicita a Cole por haber desviado la atención, pero este le replica que no lo hizo. Genial, porque esto les pone en alerta: el que les sigue tiene medios, les conoce y es implacable.

Por si esto fuera poco, tenemos a la investigación de la Santa Muerte, que parece dar un avance fundamental cuando deciden montar una operación encubierta en el club donde trabajan los Fuentes, con la ayuda de la confidente. La chica está un poco asustada y tiene cara de palmarla en breve, cosa que sucede cuando la operación se va al garete y se convierte en un tiroteo. Ahí Debra no vacila llegado el momento y le mete un balazo al hermano Fuentes entre ceja y ceja. El jefe Matthews (sí, el de la serie del conejito Floppy) se pilla un buen rebote y le suelta una buena bronca a Laguerta. Ángel trata de consolarla diciendo que todo el mundo comete errores, pero ella no cree que se haya equivocado. Qué complicadas son las relaciones en el trabajo, ya lo dice el refranero que donde tengas la olla no metas la p...

Zas, en toda la... bueno ya sabéis cómo sigue

Otro que se pasa la sabiduría del refranero por el arco del triunfo es Quinn, nuestro fucker por excelencia (recordemos que ya estuvo con la hija periodista de Trinity), cuya relación con Debra parece asentarse (por decir algo). El tipo está en dos frentes, porque mientras se acuesta con la hermana, vigila al hermano. Roboc... Liddy le desvela que Dexter está con una jovencita en su antigua casa, pero le pide más dinero para seguir la investigación. Algo me dice que llegado el momento estos dos no acabarán bien. Quinn puede ser un gilipollas, pero parece más íntegro que este Liddy. Puede que finalmente sus sentimientos hacia Debra dinamiten esta curiosa relación.

Un tipo que irradia confianza

Dexter, con Cole en su punto de mira, decide ir a hacer la labor de investigación de su futura víctima. Lumen decide acompañarla pero Dexter marca las distancias. Un imprevisto en el asalto a la casa de Cole hará que Lumen sea la que le salve el pellejo a Dex, y que al final este tenga que aceptar que para lo bueno y para lo malo son pareja... laboral por ahora, pero ya veremos si el refranero de las ollas no vuelve a salir por aquí. Hasta Lumen se emociona cuando Dexter utiliza el "nosotros" para referirse a los futuros movimientos.

Esas miradas, solo esas miradas, dicen más que veinte frases

El asalto no ha sido tan nefasto, ya que se han llevado una foto de Cole con su grupo de amigos de la adolescencia, en el que se encontraba Boyd. Todo apunta que ese grupo de amiguetes se ha convertido en una panda de violadores y asesinos. Extraña manera de fomentar la amistad.

Futuros objetivos: la banda del patio

No quiero terminar sin mencionar a Sonya, la supernanny. Como buena y tópica irlandesa de las series y pelis yankis, es profundamente católica, y pone una estatuilla de Santa Brígida para proteger a Harrison. Dexter, con poco tacto, le hace ver que no cree en esas cosas. Me gusta el personaje de Sonya porque es a través de ella donde se reflejan y refuerzan los aspectos positivos de su relación con Lumen. Primero aprendió a abrirse a ella y a ser sincero, para ganarse la confianza de Lumen pero también para recuperar la confianza de la niñera. Y ahora aprende a respetar y aceptarla, del mismo modo que finalmente acepta a la estatua de la santa junto a la cuna de Harrison. A medida que se afianza la relación con Sonya (tratada de manera marginal en la trama, pero clave para entender el desarrollo de Dexter), se consolida la que Dexter tiene con Lumen, como demuestra el hecho de que al final del capítulo le lleve a Harrison para que lo conozca. El único punto inquietante de Sonya es su absoluta perfección, una Mary Poppins en potencia que no cuadra con la colección de personajes trágicos, inseguros, violentos e incluso algo sórdidos que pueblan esta serie. ¿Nos depararán alguna sorpresa los guionistas?

Ha tenido que llegar el ecuador de la temporada para que esta adquiera una personalidad propia, un objetivo definido. Chase, Cole y quién sabe cuántos más serán los objetivos de la pareja asesina, Lumen y Dexter, una especie de Bonnie y Clyde psicópatas. Claro que están prevenidos y les están esperando.
Las relaciones laborales y personales en el departamento de policía no podrán más que irse degradando. Y un sabueso mercenario irá tras los pasos de Dexter una vez más. Apasionante, ¿verdad? Seis capítulos y todo por decidir, con la emoción de que cualquier capítulo puede volver a revolucionar la trama como ha hecho este. 
Enhorabuena a la serie por engancharme de verdad una vez más.

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