miércoles, 24 de noviembre de 2010

Dexter - 5x09 - Teenage wasteland


Sucede en ocasiones que una persona a la que creíamos conocer nos sorprende un día por sus actos, para bien o para mal. Y esa sorpresa puede hacer que nos lleguemos a plantear si de verdad conocemos realmente a esa persona. En un mundo de comportamientos prefijados e ideas preconcebidas, esas alteraciones nos pueden agradar o incomodar, pero nos nos dejan indiferentes. Necesitamos un tiempo para asimilarlo y reconducirlo, hasta volver a erigir nuestras ideas y prejuicios internos sobre alguien, actualizados según la nueva información.

Esta reflexión sobre la verdadera identidad y el personaje público que exhibimos o el que reflejamos y los demás ven de nosotros, es capital en Dexter. Su protagonista pasa por ser un psicópata desalmado, un monstruo, que durante el día actúa de padre modélico, hermano responsable y trabajador metódico. La serie (y nosotros) fantasea sobre cómo reaccionaría su entorno si se descubriese la horrible verdad. Por un lado nos aterra (a Dexter sobre todo), pero por otro nos atrae, sabedores en cierto modo de que es algo inevitable.

No obstante, de vez en cuando, Dexter se desmarca con comportamientos alejados de su frialdad habitual. Para alguien que se rige por un estricto código, fijado por su padre y que él tiene muy presente (de hecho, su conciencia se personifica precisamente en Harry), salirse de él supone una ruptura radical. Y si a esto añadimos que sus motivaciones son siempre estríctamente egoístas (destinadas a satisfacer a su Oscuro Pasajero), atisbar una brizna de humanidad, un sacrificio por los demás, es un avance para Dexter inesperado y sorprendente.

Dexter padre, por fin

Ver a Dexter actuando como un verdadero padre (un pelín violento, eso sí) ha sido esa sorpresa que nos hace replantearnos el personaje. Pero hay más. Tenemos a Astor, la adolescente repelente que creíamos con alivio que no volveríamos a ver, se desmarca fugándose de casa para proteger a una amiga de un padrastro maltratador. Quinn desvela la verdad sobre su investigación a Debra, y para no perderla, es capaz de tragarse su orgullo y echar a patadas a Liddy. Y tres cuartos de lo mismo para Laguerta, que olvida por una vez los galones para recuperar a Ángel y darle la razón a Debra en el caso de los bidones.
Se podría pensar que este episodio, o gran parte de él, sobraba, que ahondar en esto a estas alturas, tras cinco temporadas, era innecesario. Pero precisamente, profundizar en un personaje tan complejo y mostrar que no es inalterable, lo enriquece al mismo tiempo que permite pensar en que tal vez exista una solución para Dexter lejos del final trágico que todos esperamos para ese día aciago en que la serie llegue a su fin.

Por lo demás, podemos ver un poco al episodio como rampa de lanzamiento de cara al gran final de temporada. Los personajes ocupan sus posiciones, los cabos sueltos (la paternidad de Dexter y su relación con Astor) se rematan con soltura, y las amenazas se hacen más que patentes (Liddy y Chase).

La placentera vida de investigador y posterior asesino de Dexter y Lumen se verá revuelta por la aparición inesperada de Astor, con una amiga, con intención de hacer un botellón a 300 kilómetros de su casa, en la casa de Dexter y Rita, ocupada ahora por Lumen. Huelga decir que la sorpresa es mutua y mayúscula. Dexter se desespera, incapaz de entender a Astor. Astor le echa en cara que haya olvidado tan rápido a su madre, asumiendo que Dexter y Lumen son pareja. Lumen capea todo como puede. A esto le añadimos que las chicas se fugan y Dexter decide movilizar a media policía de Miami, para finalmente encontrarlas y de paso conocer al padrastro de la amiga, Olivia, de la que pronto descubrirá que la maltrata, y que ha sido idea de Astor fugarse para huir del padrastro, Barry. Dexter se toma la justicia por su mano, consigue ahuyentar a Barry, devolver una vida placentera a Olivia, reconciliarse con Astor y reconocerse a sí mismo en el papel de padre responsable. Todo un hat-trick.

Ejerciendo de padre protector

En el departamento de policía el ambiente está enrarecido. Debra ha sido trasladada temporalmente al archivo, pero ella, como buen culo inquieto, descubre un detalle que obliga a reabrir el caso de las chicas de los bidones. Claro que esto pronto la enfrentará a Laguerta, que se lo toma como un ataque personal. Batista toma partido por Debra y finalmente, tras una agria discusión entre ambas, María entra en razón, aunque de paso anima a Debra a que hable con Quinn.

Tragándose el orgullo

Esa charla con Quinn desvela a Debra que su novio ha estado investigando a Dexter, porque lo cree implicado de algún modo en el asesinato de Rita. Quinn intenta hacerle ver que se arrepiente, pero Debra no quiere saber nada de él. Herido y triste, lo último que quiere hacer es hablar con un Liddy que cree que hay algo sucio tras Dexter. Liddy finalmente se dedicará a investigar por su cuenta, buscando destapar algo gordo y de paso, metiéndole un gol al departamento de Laguerta.

¿Verdad que este tipo es un cabronazo?

Muchas historias y nos dejamos la trama principal: la investigación de Dexter para desenmascarar a Jordan Chase. Desde el principio comprobamos que Dex tiene acceso completo a Chase. Con la excusa de unas sesiones privadas, ambos se hacen coleguitas. A Dexter le incomoda Chase, porque cree que sabe más de él de lo que aparenta, y su interés en él le resulta sospechoso. En una de esas sesiones, descubrimos que Chase tiene un colgante con un pequeño recipiente con sangre. "¡Bingo!" piensa Dexter, "ahí está la prueba que necesito". Dexter consigue la sangre, pero Chase no tardará en darse cuenta de ello. Esto sólo son los diez primeros minutos del capítulo, y hasta el final no volveremos a saber del señor Chase, ya que entre medias asistiremos a los conflictos paterno-filiales de Dex y los tejemanejes del Departamento de Policía de Miami. De la sangre descubriremos que no pertenece a una víctima, sino a una mujer llamada Emily Birch que parece estar bien viva. Entonces, ¿quién es?
Cuando ya el capítulo agoniza y todo parece atado y bien atado, una llamada sobresalta a Lumen. Es Chase, que la reconoce y le pide que le deje un recado a Dexter: "Tick, tick, tick. Es el sonido de su vida agotándose". Para luego añadir a la aterrorizada mujer: "¿Serás capaz de darle este mensaje? Cuídate Lumen".

Take care Lumen

A estas alturas parece claro atisbar por dónde van a ir los tiros, el problema es cómo se va a desarrollar. La policía vuelve sobre la pista de los bidones, y es de esperar que terminen cerrando el cerco sobre Chase, del mismo modo que lo hará Dexter, ya que sabe que tendrá que ir por delante de ellos. Lo que desconocemos es cómo va a actuar Chase, que dispone de medios y del que no sabemos qué sabe y cómo de despiadado es a la hora de actuar. A esta revuelta ecuación tenemos que añadir a un Liddy que irá tras Dexter buscando fortuna y gloria, y que seguramente aparecerá en el momento más inoportuno.
Tampoco quiero olvidar a Lumen, que aunque actitud no le falte, no sabemos todavía si llegado el momento estará a la altura, o sus demonios internos la paralizarán y la convertirán en un elemento inestable.

Demasiadas incógnitas en la ecuación y sólo tres capítulos por delante. Dexter ya nos tiene acostumbrados a resolverlo todo en el último momento, así que seguramente el 5x10 (titulado "In the Beginning"), no nos aclare gran cosa. Pero lo estaremos esperando con la misma emoción de siempre.

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