viernes, 27 de marzo de 2009

Escapada de fin de semana: Trujillo


Ya que estamos a viernes, y por fin comienza el buen tiempo, os voy a proponer una escapada para un fin de semana a Trujillo.

Trujillo está en la provincia de Cáceres, a unos 250 kms de Madrid por la autovía A5 y relativamente cerca de la capital: Cáceres. Es uno de los pueblos más antiguos de España, cuya parte antigua es amurallada y mantiene el aspecto medieval que tuvo durante sus años dorados en los siglos XV y XVI, y donde nacieron Francisco Pizarro, conquistador del imperio Inca, y Francisco de Orellana, descubridor del Amazonas.

QUÉ VER

En la Plaza Mayor está la oficina de información turística. Ahí os puede informar mejor de alguno de los bonos turístico de los disponibles. Si vais a estar un fin de semana entero y queréis visitar muchas cosas os tiene cuenta coger algunos de ellos. Hay algunos que tienen visitas guiadas, y otros que no, pero su precio no es muy elevado en comparación con el de otras ciudades españolas. Los precios de los bonos turísticos van desde los 4,70 € a 6,75 €, y además con el bono turístico os regalan una guía, algo que es también de agradecer. Normalmente los bonos suelen incluir las visitas a los sitios más típicos: el castillo árabe, la casa museo de Pizarro, la iglesia de Santiago, el museo del queso y el vino, y la iglesia de San Martín. El bono turístico no tiene fecha, por lo que podéis aprovecharlo en los distintos días de vuestra visita Si queréis más información podéis consultar esta Web: http://www.trujillo.es/paginas/turismo.htm

Entre los monumentos hay que destacar el castillo árabe, que está muy bien conservado. Podréis recorrerlo por encima de las murallas y ver unas vistas increíbles de tanto Trujillo como todos sus alrededores. El castillo está dentro del recinto amurallado, donde también se encuentra dentro la casa museo de Pizarro y la iglesia de Santiago. Aparte de eso hay también otras iglesias y museos que visitar que no están incluidos en el bono, que también podéis visitar. En la oficina de información turística os podrán informar mejor de más sitios y de sus horarios, aunque lo mejor es perderse por las calles y disfrutar de las cosas que a veces pasamos de largo, como son sus casas típicas y otras construcciones antiguas, que aunque estén medio derruidas nos llamarán la atención al pasar. Tampoco paséis de largo su increíble muralla, sobre todo la parte que está por detrás del pueblo, y la cual podréis recorrer por detrás a través del campo sobre todo los más aventureros. Aunque parezca un pueblo pequeño hay muchas cosas que ver, muchas más de las que os he contado aquí, pero no me quiero extender más, ya que esa información podréis encontrarla fácilmente en la web que os he hablado antes.

DÓNDE COMER

Si vas a Trujillo hay un sitio que no puedes dejar de visitar: “La Troya”. Este restaurante está en la plaza mayor de Trujillo nº10, y puedes preguntar a cualquier persona por él, ya que es bastante conocido al ser un sitio de los de toda la vida. Lleva muchísimos años abierto, y es mejor que vayas con mucha hambre. Cuando salgas no te podrás mover de la cantidad de comida que ponen, es increíble. El precio es único: 15 € por persona, no es que sea muy barato, pero creedme que para todo lo que puedes comer, y la calidad de la comida está bastante bien. Si vais a ir en verano id con tiempo, porque creo que se forma bastante cola para entrar, incluso no sé si se podrá reservar antes. Nosotros estuvimos en diciembre y no tuvimos muchos problemas. Al entrar tendréis que esperar un poco a que os den mesa, pero mientras esperáis podréis ver en la entrada muchas fotos de la antigua dueña, que falleció hace unos años, con muchos famosos que han ido a comer allí. Nada más sentaros, sin pedirlo, te traerán unos entrantes: un bol con una ensalada, una tortilla de patata, un plato de chorizo en rodajas, y pan. Para beber también te traerán sin pedir nada agua y una botella de vino de la casa. A partir de ahí tendrás una serie de primeros para pedir: unos 6 o 7, y el mismo número de segundos. De los entrantes creo recordar que entre ellos había paella, sopa de marisco, macarrones, migas, gazpacho, alubias… y de segundos caldereta de cordero, prueba de cerdo, magro con tomate… Los platos son impresionantes, si vas dos personas y pides lo mismo te pondrán una fuente para los dos, pero si cada uno pide una cosa distinta te pondrán la misma ración para cada uno como nos pasó a nosotros. Yo pondré por tanto de los dos platos que elegimos: sopa de marisco y migas. La sopa de marisco era una sopa sin fideos, sólo lleva el marisco y el caldo de la sopa, pero estaba muy buena, además que como hacía frío el fin de semana que estuvimos pues apetecía tomar algo caliente. Con la fuente que nos pusieron de sopa, en teoría solo para una persona, pudimos llenar dos platos soperos e incluso sobró un poco. También probé las migas, y estaban muy buenas. La fuente era increíble, traía además muchísimo chorizo y panceta, y por tanto no pudimos acabarla entre dos personas, ya que queríamos también probar los segundos platos y ya empezábamos a estar bastante llenos, ya que además de eso antes también habían estado los otros entrantes que eran también consistentes. De segundo los dos pedimos lo mismo, nos dijeron que la especialidad de la casa es la caldereta de cordero. Yo la probé y os lo recomiendo. Para los segundos el procedimiento es el mismo: si pides algo que sea igual para los dos te traen una fuente, si no dos fuentes grandes, y por tanto como nos daba mucha pena dejar la comida pedimos los dos igual: la caldereta de cordero. Pero todo no quedó ahí, el camarero, un hombre bastante amable, nos trajo además por cortesía de la casa un plato de “prueba de cerdo”, que estaba bastante bueno, y el que por desgracia no pudimos terminar. Después de esperar un poco, aún quedaba el postre. Había varios postres para elegir: tartas, flanes, natillas, helados… así que optamos por pedir un helado que sería lo más digestivo después de todo lo que habíamos comido. Pero claro, el helado no podría ser menos, y nos trajeron un magnum de chocolate, pero de los grandes, el cual haciendo un último esfuerzo también nos comimos.

Para cenar cenamos en un sitio que era mas estilo cafetería, una especie de 100 montaditos, pero menos comercial. Estaba en una calle que daba a la Plaza Mayor, pero tampoco lo recomiendo mucho, es un sitio normal, y seguramente habría algún sitio mejor

Al día siguiente comimos en otro restaurante de la Plaza Mayor, ya que había que volver para casa en coche, y tampoco queríamos volver con el estómago lleno como el día anterior, y evitar que nos diera el sueño típico después de una gran comilona, ya que nos habría dado pena dejar parte de la comida. El precio era también menú, y eran 12 €, también había una serie de primeros y de segundos, pero después de la comida del día anterior era difícil superarlo y por tanto tampoco nos pareció una gran cosa el sitio. Estaba claro que por un poco más habría merecido volver a comer en la Troya.

DÓNDE ALOJARSE

Cuando fuimos encontramos una “oferta” en el parador de Trujillo, y fue 67 € la noche de una habitación de matrimonio, pero sin desayuno. No es que fuera de lo mas barato, pero era un poco más caro que otras cosas que vimos, quizás 10 € más, pero pensamos que merecería la pena esta vez pagar algo más y tener el hotel algo mejor. El parador es un antiguo convento restaurado, quizás demasiado en algunas partes, pero que aún guarda parte de su encanto. Lo que me llamo la atención mucho es que el restaurante del parador está en la antigua iglesia del convento, aunque no hicimos uso de el pudimos asomarnos a verlo y era una pasada, lo malo es que los precios eran algo desorbitados. Para aparcar fue fácil por la zona, por lo menos en las fechas que estuvimos, con lo cual tampoco tuvimos que hacer uso del aparcamiento del hotel que tampoco era barato precisamente. Si queréis intentar ir de vez en cuando salen ese tipo de ofertas, sobre todo en temporada baja, pero lo malo es que casi siempre están más escondidas y a lo mejor si no lo sabes puedes llegar a pagar casi más del doble por la misma habitación. En la página de paradores puedes encontrar estas ofertas para determinadas fechas. Durante casi todo el año existen además ofertas para jóvenes y para mayores, pero esas tarifas suelen ser algo más elevadas que la oferta que disfrutamos nosotros. También podéis mirar los talones de fin de semana que tienen la mayoría de las agencias de viajes, y suelen tener por un precio cerrado en varios hoteles, habitaciones con tarifas mucho más reducidas que su precio oficial. Nosotros creo recordar que en este caso nos aprovechamos de una oferta de la Web: www.halconjoven.com, que era unos 3 € más barato de la oferta que vimos en la pagina de paradores, aunque tampoco tanto por que ellos tenían la oferta a 70 € la noche, pero algo es algo. Por la página Web de Halcón para jóvenes no tuvimos ningún problema para reservar, y además tampoco nos solicitaron aportar ningún documento con nuestra edad, vamos que si hubiéramos tenido 40 años también podríamos haber tenido el descuento, ya que en la Web no habla nunca de ningún límite de edad. También podéis consultar ahí por que hay ofertas para todo tipo de viajes, no sólo fines de semana.

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